martes, 11 de febrero de 2014

Eficacia comprobada


¡Uf, cuanto tiempo sin escribir!
Allá vamos...

He hecho un reset de mi rutina para cuidado del pelo.
Con "reset" me refiero a: llegué a tener las puntas en un estado irrecuperable y decidí cortar por lo sano (osea tijeretazo a las puntas...) y empezar de nuevo a cuidármelas, desde 0.

Desde entonces, creo que por fin he encontrado el aliado perfecto para mantener el pelo en un estado que me gusta.
He conseguido tener brillo y cuerpo (me hace gracia esa expresión... yo entiendo que tiene "cuerpo" cuando no está en plan "estropajillo").

¿Qué he hecho? Pues ponerme en serio con el tema de mascarillas caseras. Pero no mascarillas de las que mezcla 3/4 de aceite tal, con 4/16 de mayonesa de marca pascual, con 5/55 partes de bla bla bla. No.
Simplemente, he rescatado el aceite de almendras dulces que tenía en el armario y me lo he echado a mansalva... bueno, más bien cuando me ha parecido. ¡No me he cortado, vaya!

No sigo una regla exacta, no me lo echo una vez cada tantos días... me lo echo si estoy en casa, no voy a ir a ningún sitio en un buen rato y sé que me tengo que lavar el pelo antes de salir (la noche antes, por ejemplo) Eso pueden ser 3 o 4 veces a la semana, como 1 o 2 veces, depende.
Esta recurrencia y constancia han dado resultados. Ya lo tengo comprobado. Se ha vuelto mi aceite favorito para el pelo.

Además estoy intentando abandonar el uso de peines y cepillos. Me peino el pelo con las manos o como mucho un peine de púas anchas (hay que utilizar acondicionador o mascarilla para facilitar esto). Me gusta más como queda el pelo, como más "a su aire".

Mi próximo paso es intentar dejar un poco de lado el secador.
Aunque no abuso demasiado de él, sólo lo utilizo para secar...
mmm, para eso sirve, ¿no? (olé yo).
Me refiero que me quito el exceso de humedad. No suelo alisármelo con el secador ni utilizo planchas. Nà de nà.
Esto es una cosa que me va a costar más, almenos ahora en invierno... porque hasta estando dentro de casa tengo frío si me dejo el pelo húmedo... pero bueno, veré qué puedo hacer.

Otra cosa que creo que me está ayudando mucho es hacerme una coleta baja para dormir.
Normalmente, el cabello de detrás de la nuca es el primero que se me estropea, lo tengo muy fino y se me enreda muchísimo con el uso de bufandas o durante la noche.  Así que, opté por recogerme el pelo al dormir. ¡Vaya cambio! no tengo casi enredos al levantarme y por lo tanto no tengo que cepillar tanto el pelo, así el pelo no se me rompe ni sufre.

Esas son los los "tips" que estoy siguiendo y que me están funcionando hasta ahora.

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